El cuerpo me habla, revolución de corazones, palpitaciones explosivas y respiraciones volcánicas.
Envuelta en piel de iguana, cálida y fría a la vez. La noche transpira y el día respira.
Canciones que recuerdan un recuerdo, no tan pasado, quisiera mantenerlo ahí.
Grito, pidiendo lo que quiero que hagas, sin poder terminar la frase. Acolchada, esponjosa y con la boca jugosa como la fruta, lo sigo haciendo.
Tus labios se van agrandando mientras me susurrás al oído.
Las montañas estallan.
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